Tras la muerte y la destrucción de las cosas, (…) sustancias (…), aisladas, más frágiles, pero también más vivas, más inmateriales, persistentes y fieles, se mantienen en el recuerdo por mucho tiempo, como si fueran almas, y aguardaran sobre todo lo demás, cargando sin doblegarse, el inmenso (…) espacio de la memoria. (Proust, 2001, p. 11). Proyecto Presentes. Instalación (fotografía, camisa bordada con zuncho y gancho), dimensiones variables, 2018-2019