La muerte de un ser querido ilumina sobremanera la naturaleza visual de la fotografía; dice Armando Silva refiriéndose a su experiencia con el álbum familiar. Cuando la muerte tocó mi sensibilidad esta se tradujo en recuerdo frágil, desaparición y ausencia; una ausencia que busca ser compensada afectivamente a través de relatos y estudios de archivos familiares como las fotografías de álbum. Quitar, poner, rayar, cortar, velar, reordenar, volver a cortar, embalsamar, sobreponer, volver a pegar, intervenir la imagen fotográfica una y otra vez; las veces que sea necesario. Pues es ahí, en ese ejercicio, donde se devela lo incierto, impreciso, renuente e inestable que resulta el pasado cuando se quiere recrear en el recuerdo; un recuerdo inagotable que se re-interpreta en cada evocación.